sábado, 25 de febrero de 2012

Cassandra

Cuando nuestro profesor de castellano nos mandó un trabajo sobre tres personajes de la mitología griega, la verdad es que mi mente se quedó en blanco, ya que si he de decir la verdad nunca había oído el nombre de ninguno de ellos. ¿Pentesilea, Ifgenia, Cassandra? Y estos personajes ¿Quienes son me pregunté? Pero a pesar de mi ignorancia, el gusanillo por saber de ellos empezó a rodar en mi interior y como siempre hago en estos casos me fui al google(fuente de salvación) para saber de ellos. Es curioso, pero a veces, los temas que crees que o te van a interesar se convierten en retos importantisimos a los que sin darte cuenta dedicas muchísimo tiempo sin arrepentimiento alguno. Y de estas tres mujeres griegas la que mas tiempo me ha “robado” ha sido Cassandra. Su historia es apasionante. Esta princesa de Troya, era hijo de los reyes Príamo y Hécuba y su destino fue toda una tragedia. Gracias a su belleza conquistó el corazón del Dios Apolo ofreciéndole este el don de ver el futuro a cambio de entregarle su virginidad, pero al no cumplir ella con el pacto Apolo se enfadó muchísimo y la castigó duramente: “podría seguir viendo el futuro pero nunca sería creída por nadie”. Este hecho tuvo mucho que ver en el futuro de Troya ya que si la gente la hubiera escuchado cuando pronosticó que el famoso caballo de Troya regalado por los griegos era una trampa y traería la destrucción de la ciudad, la historia hubiera sido totalmente diferente para el pueblo troyano. Pero no acabarían aquí las desgracias para Cassandra, que más tarde fue violada por un guerrero griego(Ajax) y posteriormente hecha prisionera para pasar a ser la amante de Agamenón(rey de Aggos y Micenas). Por si fuera poco luego fue asesinada junto con Agamenón por la mujer de este,Clitemnestra,en un ataque de celos. Explica la leyenda que le quedó el consuelo de ver muerto al destructor de su país Agamenón, una pequeña victoria para una gran mujer que nunca fue escuchada.

No me gustaría acabar sin mencionar una frase que encontré en Internet i que me ha quedado gustado mucho: “El síndrome Cassandra”
¿Quién de nosotros alguna vez no ha tenido información importante y no ha sido escuchado por nadie?



Pau Maestre



Casandra vio en sueños el futuro,
En la sombra de una pesadilla Casandra leyó,
Los versos de ese poema que aun no han escrito,
Los dioses que riendo leyeron con su maldición.
Supo del hambre y de las guerras de siempre,
De bufones celebrando el odio bailando entre orejas,
De despedidas y de mounstros minerales,
Bebiendo insaciables la savia dulce del planeta.

Casandra vio a hombres y mujeres,
dormitando en sus burbujas,
Tras la mascaras del miedo,
Más también vio,
La luz del alba asomar por la cantera,
que nadie jamás abrió.
Supo que aun quedaban esperanzas que otros sueños la esperaban

Casandra habló a todos de sus sueños, hasta que la oyó.
Nadie creyó en Casandra y sus visiones,
Y la gente sólo vio en su augurio delirio y locura,

La condenaron a vagar perdida y sola,
Herejía es buscar la verdad escarlada y desnuda
Abandonada tras los años la encontró,
Un muchacho que andaba buscando esperanza y respuestas,

Ese hombre hablo con pasión de sus presagios,
Y de la luz del amanecer brillando tras la puerta,
“Creo en ti Casandra no estas loca”,
Se besaron y en su boca,
Florecieron madreselvas,
“Dulce Casandra ponte de pié,
Yo te he conocido antes, quizás te soñé”.

Hay quien duda y hay cree en la leyenda,
Juntos buscarán la puerta.
Dulce mañana, yo no sé tú,
Creo en Casandra.
Hay quien duda y hay cree en la leyenda,
Juntos buscarán la puerta
Dulce mañana, yo no sé tú,
Creo en Casandra.


.

domingo, 12 de febrero de 2012

Carta a la prensa rosa



Madrid, 2 de Enero del 2012

En primer lugar saludos a todos y desearos de todo corazón que este año 2012 que acabamos de estrenar esté repleto de alegrías y felicidad para toda la gente, pues buena falta nos hace viendo el momento en el que nos encontramos. La mayoría de vosotros os preguntareis el porqué de esta carta y más viniendo de una persona como yo, poco amiga de airear mi vida privada en los medios de comunicación. Pero vayamos a lo que realmente nos interesa. El pasado 22 de diciembre, mi mujer y un presente os pasamos una nota de prensa en la que os comunicábamos nuestra separación definitiva. Entramos en todos los detalles que creímos necesarios supierais: que era de mutuo acuerdo, que nuestra relación de amistad seguía intacta, etc, etc ,etc. Y también os pedimos que por favor respetarais nuestra decisión de no conceder entrevistas y mantener nuestra intimidad cosa que algunos de vosotros por lo que hemos podido ver no entendisteis pues estos días nos habéis hecho la vida casi imposible. Vuelvo a repetir: lo que publiquéis de mi persona sobre mi trabajo, que en éste caso es pilotar un fórmula uno, no me importa, tenéis todo el derecho del mundo, pero por favor os lo repito de nuevo, dejad a un lado mi vida personal que tampoco creo que deba interesar a demasiada gente, pues en realidad no hago más que intentar ser feliz como la gran mayoría de las personas. Para acabar, dar las gracias a muchos periodistas, que los hay, que si entendieron el mensaje y han actuado de forma ejemplar dedicándose exclusivamente a lo que realmente importa a mis seguidores y no es otra cosa que el mundo del motor, para ellos, mi mayor reconocimiento y gratitud.

¡Gracias!

Rodolfo García

Agradecimiento de todo corazón


Me llamo Esteban y para todos vosotros seguro que soy un perfecto desconocido. No os falta razón para pensar eso pues soy una persona del montón intentando soportar el día a día y pasar lo más desapercibido posible en la sociedad. Pero si os digo que me apellido Sarmiento , seguro que la cosa cambia y muchos ya me relacionáis con Daniel, si , exacto, soy el tío de este chico que por desgracia y posterior suerte ha estado en boca de todos durante un largo periodo de tiempo. Como todos ya sabéis a Dani hace un año le diagnosticaron una grave enfermedad de la que gracias a Dios y a todos vosotros está totalmente recuperado. Si, os doy las gracias a todos pues mi sobrino necesitó de un trasplante de médula osea, para superar la leucemia por la que se vio afectado, y debido al gran despliegue mediático de la población encontramos al donante compatible que nos ha sacado de esta pesadilla. Vuestro boca a boca diario sumado a esta maravilla que se llama Internet salvó la vida de un niño y de una familia desecha por momentos. Por eso hemos querido, y hablo en nombre de toda la familia Sarmiento, publicar esta carta en este diario provincial para agradeceros de todo corazón todo lo que habéis hecho por Daniel. Siempre estaremos en deuda con vosotros.

¡Muchísimas gracias!


José Sarmiento






AMIGA, no te mueras.
Óyeme estas palabras que me salen ardiendo,
y que nadie diría si yo no las dijera.

Amiga, no te mueras.

Yo soy el que te espera en la estrellada noche.
El que bajo el sangriento sol poniente te espera.

Miro caer los frutos en la tierra sombría.
Miro bailar las gotas del rocío en las hierbas.

En la noche al espeso perfume de las rosas,
cuando danza la ronda de las sombras inmensas.

Bajo el cielo del Sur, el que te espera cuando
el aire de la tarde como una boca besa.

Amiga, no te mueras.

Yo soy el que cortó las guirnaldas rebeldes
para el lecho selvático fragante a sol y a selva.
El que trajo en los brazos jacintos amarillos.
Y rosas desgarradas. Y amapolas sangrientas.

El que cruzó los brazos por esperarte, ahora.
El que quebró sus arcos. El que dobló sus flechas.

Yo soy el que en los labios guarda sabor de uvas.
Racimos refregados. Mordeduras bermejas.

El que te llama desde las llanuras brotadas.
Yo soy el que en la hora del amor te desea.

El aire de la tarde cimbra las ramas altas.
Ebrio, mi corazón. bajo Dios, tambalea.

El río desatado rompe a llorar y a veces
se adelgaza su voz y se hace pura y trémula.

Retumba, atardecida, la queja azul del agua.
Amiga, no te mueras!

Yo soy el que te espera en la estrellada noche,
sobre las playas áureas, sobre las rubias eras.

El que cortó jacintos para tu lecho, y rosas.
Tendido entre las hierbas yo soy el que te espera!




Poema de Pablo Neruda a una persona enferma.