Se encuentran dos viejos amigos, Javier y Jordi, en un bar de Gerona después de aproximadamente dos años sin verse, al principio la alegría es enorme, pero todo cambia cuando se les ocurre sacar el tema del futbol, pues Javier es del Real Madrid y Jordi del Barcelona.
Javier: Vaya partidazo el de ayer, nos cargamos a los culés y eso que no éramos favoritos.
Jordi: Bueno, sinceramente creo que el merito no fue vuestro, sino del arbitro.
Javier: ¿Que quieres decir? (empieza a cambiarle la cara).
Jordi: Hombre si viste el partido el Madrid utilizó muchísimo el juego subterráneo…
Javier: Habla claro, ¿quieres decir que el Madrid repartió mucha leña? Ya empezamos con las típicas excusas barcelonistas, no sabéis perder.
Jordi: Si tu lo dices…
Javier: Claro estáis tan acostumbrados a ganar que se os ha olvidado que también podéis perder (riéndose a la cara de Jordi).
Jordi: Perder si, pero no de esta manera, no me gusta que nos gane un equipo que no juega al futbol y además si es el Real Madrid.
Javier: Contra el Barça, me conformo con ganar por uno a cero en el último minuto y de penalti.
Jordi: No has cambiado, a ti no te gusta el futbol, sino la provocación.
Javier: ¿Y eso me lo dices tu?
Jordi: Mira, al principio me he alegrado de verte pero ya me estoy arrepintiendo.
Javier: Si antes eras tonto ahora pareces imbécil, no has cambiado.
Jordi: Mejor hago ver que no hemos tenido esta conversación o mejor dicho que no nos hemos encontrado.
Javier: Me parece perfecto, nunca me habías caído bien, ahora ya te lo puedo decir a la cara.
Jordi: Da recuerdos a los tuyos y espero no volverte a ver.
Javier: Será un placer, el no volverte a ver.
Salen del bar por separado y se marchan por caminos opuestos.
Pau Maestre Masdemont
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